Con mayor o menor atino, desde siempre me ha gustado todo aquello que implique creatividad: el diseño gráfico, scrapbooking, decoupage y sobre todo el punto de cruz que me apasiona.
Empecé en esto de los jabones recientemente y por casualidad: Mi niña estaba enfermita con neumonía y no podíamos salir a la calle. Entonces para tenerla entretenida, se me ocurrió hacer jabones de glicerina con distintos moldes que tenía por casa y la experiencia me encantó.
Como soy una persona que me implico al 200 por ciento en todo lo que emprendo, de aquella tarde de domingo, surgió este proyecto, que ahora comparto con todos vosotros.
Me parece increíble poder hacer cosas tan bonitas con mis propias manos, además de que me encanta decorarlos, diseñar las tarjetitas, elegir entre distintos lazos y envoltorios… En definitiva, no sé si mis jabones son los más bonitos, pero os garantizo que están hechos con muchísimo cariño y toda la ilusión del mundo.
Os invito a que paséis un ratito conmigo y espero que disfrutéis de mis jabones tanto como yo.
¡Muchísimas gracias por leerme!
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